domingo, 20 de enero de 2019

A qué costo? 📖

El viento gime entre los pastizales resecos, la noche se tiende sobre los campos amarillentos, y por el cielo oscuro y encapotado viajan lentos nubarrones funestos ocultando por completo el cielo estrellado.

Desde la profundidad de los pastizales asciende una niña, cruza por el campo cargado de soledad, avanzando con un singular paso siniestro, acompañando a la tempestad que se a desatado. Aparece otorgando flashes de claridad, los relámpagos, iluminando por instantes la vastedad de la llanura, por donde la niña sigue avanzando en procura de su pasado.

La pequeña niña se siente olvidada; no tiene amigos, nadie con quien jugar, se siente muy sola. Si tan solo hubieran recuerdos de risa, al menos de llanto por el beso de una rosa. Nada de esto ocurrirá, pero las personas nunca se olvidan de llorar y la niña rompe en ello.

El hermoso reflejo de la luna en un lago su único consuelo, lo mira con emoción, sentada, la cautivan los bellos colores de una luna bailando al compas del viento, borran sus lagrimas y calman sus dolores.

Aquella noche sombría y serena, contemplando el baile de la luna llena, la niña escuchó una voz dulce que resonaban por sus lares Ya no estarás sola me tienes a mi, una vieja muñeca rota, solo para ti —.

La niña busco de forma apresurada aquella voz, al encontrarla sonrió con mucha alegría, ella ya tiene una nueva amiga que le acompañará.

Mas su amiga dijo con pena Antes tienes que hacerme un favor

En un venidero color de claridad en el cielo, la muñeca le comento sobre su inexperta conciencia, que ella le ayudaría a sobrevivir y vivir a lo largo de su existencia y que solamente le pide una cosa Dame tus ojos. Los míos he perdido en la oscuridad, fueron descocidos y arrancados. Ayúdame a ayudarte y te acompañaré por la eternidad

Con mucho dolor, la niña arrancó sus ojos, no hubo ni una gota de sangre. Sin ellos no podría ver bailar a la luna; pero nunca más se sentirá sola.



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