sábado, 24 de marzo de 2018

Estupidas cronicas de un año ☂

Como hace tanto tiempo que te escribo, más de un año, casi me empiezan a faltar las palabras y el discurso, asi que para ti una pequeña disertación en verso y luego te enviare la poesía resultante, como antaño.

Nunca pude imaginar que al encontrarme en ese paraíso de almas perdidas que llaman internet, y que resulta ser, para los entendidos, una especie de red en la que imaginación y realidad forman todo un indiviso.

Pudiera encadenarte de esta forma tus mensajes, pagando gustosamente esa especie de sutil peaje. Que te compele a escribir día tras día para recibir de la otra persona esa extraña alegría.

En forma de mensajes de cariño, de profunda amistad que te hace sentir, de una parte de la vida, la levedad. Y de otra parte la maravillosa sintonía que tenemos, desde que ahora hace un año, nos conocemos.

Si tuviese que expresar en un breve mensaje todo lo que siento cuando te escribo a mi manera y modo, seria "gracias" escrito en letras enormes con esa escritura mía a veces tan bella y uniforme.

Por una y otra vez al otro lado de mi mundo, por hacerme sentir, cada vez, ese calor profundo que emana siempre que abro uno de tus mensajes que llega a mis manos aunque a veces sea de ligero equipaje.

Por reírte de las cosas que te digo, inmersas en bellas palabra y muchas veces presas de cierto sinsentido, vacías de miradas; pero que expresan de cierta manera todo lo que sentimos.

Dócil pero astuta, orgullosa como ella, pero tierna cuando le convenía  y a veces lo suficientemente sencilla para poder entenderla. Y que en cada ocasión te procure, al conocerla, la felicidad que para ti deseo de forma ferviente.

La insoportable tristeza de ya no volver a hablar asi jamás. El lento caminar del reloj, si no me envías tus ideas. Las ganas de decirte "Qué bonito seria leerte" casi tanto para hacer una poesía y la leas, permitiendo expresar bellamente lo vivido, porqué leyéndola se pasa un rato entretenido y porque por ser para ti, siempre he procurado.

Por un año de amistad compartida, por un año de vida, tal ves consumida por el fuego de la rutina, por esas diminutas candelas. Que ardieron en conceptos crueles y que juro, quemaron.

Que arden en iglesias los días que acuden los fieles y que son tan efímeras como las nubes que forman en el cielo una figura de procesión que a veces deja caer en forma de gotas muy crueles sobre la gente desprevenida y sin paraguas, corriendo para que al menos no les alcance el agua; vano intento porqué la lluvia es fría y persistente y moja igual al precavido que al hombre valiente.

A mi me gustaría ser el agua de lluvia que te moja suavemente, la gota delicada que cae sobre tu rostro y recorre lentamente tu mejilla sonrosada que traza sobre tu rostro sutilmente. Es el retrato de alguna mujer, que en este caso, amo enormemente.

Ya sea agua o cielo, permíteme decirte que este pase pronto de nuevo, para decirte el año próximo lo bien que me siento cuando puedo escribirte... o tal ves ya no.

Disfruta del paseo, te esperare hasta cuando vengas. Espero que aun me quieras, estudiare tus temas para de que hablar cuando te vea. Perdón por complicarlos tanto a los tres; yo, tú y mis miedos.

Recibe pues todo el mensaje que te enviado y toda las risas por si en algún momento te ha faltado. Y de paso te digo que pase lo que pase estoy orgulloso de haber sido tu amigo.






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